Cuando se piensa en la naturaleza de la conducta humana, se entra en una etapa de evocación, recuerdo, construcción de eventos, recuento de emociones, aprendizajes, historias y pensamientos, que nos lleva a un proceso complejo llamado “memoria”. El ser humano y sus experiencias quedan resumidos día a día en la memoria, no sólo de la persona sino de las personas que hay en un determinado contexto.
Es decir, no es atrevido afirmar que somos nuestra memoria y la memoria de aquellas personas que nos conocen. La vida del ser humano en un gran porcentaje son recuerdos almacenados en un proceso neuropsicológico llamado memoria, pero la vida humana no se reduce a su memoria, pero si son nuestros recuerdos los que les dan un gran porcentaje de sentido a nuestras vidas.
Ya que preguntas como ¿quién soy?, ¿de dónde soy?, ¿para dónde voy?, ¿qué he aprendido?, son parte de nuestra identidad, ¿sería posible la construcción identitaria del ser humano sin memoria?
¿QUÉ ES LA MEMORIA?
La memoria la podemos entender en la actualidad como un proceso cognitivo mediante el cual las neuronas hacen sinapsis para dar como resultado el almacenamiento de información que podrá ser luego evocada, es decir permitir traer eventos del pasado al presente; “los mecanismos relacionados con la búsqueda de información almacenada gracias a la educación formal e informal y la experiencia acumulada a lo largo de la vida constituyen la memoria”, por lo tanto la memoria es de una manera general: “la capacidad de recuperar informaciones adquiridos”, pero como estamos en búsqueda de una definición que cumpla con los requisitos neuropsicológicos, se considera que esta puede ser una definición válida y acertada para este momento: “La memoria es el proceso neurocognitivo que permite registrar, codificar, consolidar, almacenar, acceder y recuperar la información …constituye un proceso básico para la adaptación del ser humano al mundo que lo rodea”. Es importante tener en cuenta que: “El aprendizaje y la memoria son procesos correlacionados capaces de sufrir modificaciones en función de los estímulos ambientales.
Desde el punto de vista procedimental, no se consigue separar el aprendizaje de la memoria, ni resulta posible realizar dicha distinción dentro del circuito neuronal “, pero pedagógicamente y didácticamente con el propósito de entender mejor los procesos cognitivos se puede hacer la distinción teórica para lograr una mayor diferenciación, debemos recordar que tanto la emoción, el aprendizaje, la atención y la memoria trabajan en equipo en nuestra vida cotidiana y académica.
Veamos como lo ilustra Llinás: “La actividad cerebral no es paralela a la realidad, en el sentido de que el cerebro procesa la información de manera discontinua, pero la realidad, como el tiempo son continuos”, esto nos hace entender en primera medida que el cerebro nuestro lo que hace es captar de manera fragmentada la realidad y esto se realiza por un proceso cognitivo que se llama atención, por lo tanto el cerebro lo que hace es seleccionar lo emotivamente importante para nosotros y después ver si debe ser guardado como memoria o simplemente desecharlo, así pues para registrar alguna información debe pasar con anterioridad por nuestra atención y nuestra emoción; por lo tanto vemos que la memoria actúa en las diferentes conductas que efectuamos día a día y es uno de los procesos que pone en evidencia la plasticidad cerebral, pero hay que preguntarse por el sustento biológico que sostiene este proceso cognitivo: el hipocampo y la amígdala.
HIPOCAMPO
El hipocampo lo encontramos como una “elevación curva de sustancia gris que se extiende en toda su longitud en el piso del cuerno inferior del ventrículo lateral”, su nombre deriva de su forma curva, semejante a un caballito de mar desde un corte coronal, esta estructura se encuentra situada en el lóbulo temporal, por lo tanto en el ser humano hay dos hipocampos, uno en cada hemisferio; el hipocampo forma parte del sistema límbico; hay “evidencia de que el hipocampo está relacionado con la conversión de memoria reciente a largo plazo” observando pacientes con lesiones en el hipocampo no pueda almacenar en la memoria a largo plazo.
El hipocampo se asocia con la memoria a largo plazo, hecho comprobado en experimentos con animales: “Martínez encontró que la lesión permanente de las áreas CA1 y CA3 del hipocampo, inducida por la administración de ácido kaínico, produce el consabido deterioro en la memoria a largo plazo; sin embargo, la memoria a corto plazo estaba intacta en los animales lesionados”, esto es coherente con los postulados observados por Penfield cuando nos habla del proceso de consolidación de la información en donde el proceso está mediado por las conexiones que recibe la corteza del hipocampo.
Ya desde 1950 “se demostró que los daños en el hipocampo afectaban el aprendizaje y la memoria”, de la misma manera se asemeja con la “especie de estación intermedia que transfiere información aprendida hacia otras áreas de la corteza para su almacenamiento duradero, cuyas interrelaciones son de elevada complejidad”, es importante que se aclare que no es un “localizacionismo” de la memoria que obedezca solamente al hipocampo porque “cada proceso de memoria tiene en su base estructuras anatómicas específicas pero interconectadas”, por lo tanto nos queda claro que el hipocampo actúa de manera relevante en la consolidación de la memoria a largo plazo y que es una estructura ubicada estratégicamente en el cerebro para servir como almacén de la memoria y de interconexión para llevar esta información a otras estructuras.
AMÍGDALA
Así como existe una estructura que se encarga de la memoria consciente, también hay una encargada de la memoria no consciente y esta es la amígdala, esta estructura es una “masa de sustancia gris en forma de almendra situada en la parte anterior del lóbulo temporal del cerebro”, relacionada también en la literatura con “una función de memoria emocional inconsciente”.
Como núcleo amigdaloide recibe conexiones de: “la corteza parahipocampal, el bulbo olfatorio y de la porción basal del lóbulo frontal, a través del fascículo uncinado, tiene también conexiones con el hipocampo y el giro dentado”, acá podemos empezar a ver que la construcción de la memoria se sostiene en diferentes áreas cerebrales y con diferentes conexiones, pero es pertinente en este momento preguntarnos: ¿desde cuándo registra nuestro cerebro?, de manera consciente desde los 5 o 6 años por el desarrollo de nuestro hipocampo, pero de manera no conscientes y más emocional con la amígdala desde mucho dejando claro que así no podamos recordar nada de manera consiente antes de los 5 o 6 años por el desarrollo tardío de nuestro hipocampo, no quiere decir que no se puedan ejercer procesos de aprendizaje o registros de memoria no consciente en nuestra amígdala, de la misma manera cuando vemos que alguien puede recordar como caminar, jugar fútbol, leer pero cuando no recuerda su nombre es enfrentarse de manera directa ante la realidad de tener varias memorias en nuestro cerebro, ocurre en los pacientes abusados sexualmente en la niñez, los cuales presentan secuelas a nivel comportamental y emocional sin poder evocar algún recuerdo que explique dichas conductas.
Así lo explica la teoría: “El desequilibrio existente entre la ausencia de la memoria fría consciente hipocámpica y el híper recuerdo de la memoria caliente inconsciente amigdalina explica en estos pacientes sus severos trastornos emocionales sin un claro recuerdo de sus causas”, una aclaración importante en este punto, y que el lector deberá tener clara, es la manera de entender inconsciente, ya que para muchos psicoanalistas tendrá una connotación diferente que para la neuropsicología que apenas incursiona con algunas hipótesis en este concepto de difícil ubicación topográfica en el cerebro pero que hoy la ciencia acepta que el ser humano tiene conductas inconscientes o no conscientes muchas imposibles de evocar a la memoria consciente, por lo tanto es importante la diferenciación entre esta memoria inconsciente y aceptar la existencia de un inconsciente como fue planteado por Freud. Hasta acá podríamos concluir que la amígdala “juega también un papel importante como base neural de la memoria”.
MEMORIAS
Cuando se habla de memoria coloquialmente, se hace una referencia en singular, como si se tratara de un sistema único de depósito de recuerdos y experiencias, pero las investigaciones en animales y la investigación clínica en pacientes con lesiones ha demostrado que hablar de memoria en singular es un error y el término correcto es “memorias”.
En la memoria a corto plazo interviene la “zona dorsolateral del cerebro y se involucraron otras estructuras según la modalidad (visual, auditiva, etc.) de la información que se desee recordar; así como los atributos de la misma” en la memoria a largo plazo se involucran “estructuras límbico-diencefálicas y corticales que incluyen estructuras temporales mediales (hipocampo, giro dentado, subiculum y cortex entorrinal), zona prefrontal y zonas corticales asociativas posteriores al neocortex”, desde acá se empieza a conceptualizar la memoria como sobre la base de tres parámetros básicos: “el temporal, secuencial, dominio de la memoria”, el primero obedece al tiempo que permanezca la información almacenada, el segundo divide el proceso desde la entrada de la información hasta la evocación del recuerdo y el tercero “el contenido que distingue como puede ser recuperada y evocada la información”.
La memoria a corto plazo es aquella que mantiene alguna información por segundos y se ha denominado también memoria inmediata, “el proceso neurocognitivo que subyace a la memoria a corto plazo es el conocido como memoria como memoria de trabajo o memoria funcional”, este tipo de memoria se considera la forma de operar de la memoria a corto plazo, la memoria a corto plazo es un sistema ejecutivo con funciones como: comprender el lenguaje, hacer cálculos, razonar solucionar problemas entre otras.
La memoria a largo plazo es la encargada de mantener información por horas, días, meses y años hasta toda la vida, se puede subdividir en memoria a mediano plazo, siendo ésta la que puede conservar información al menos minutos a horas o días, en la memoria reciente se ha observado que actúa la mitad inferior del lóbulo temporal, es importante reconocer que “la información de la memoria a largo plazo ocurre en distintas partes de la corteza”, es decir, si la información es sensorial se utilizará en la corteza asociativa adyacente a la corteza receptiva correspondiente, si nos encontramos que la información es compleja, la consolidación se realizará en las áreas de asociación multimodal, esto fue demostrado en las observaciones de Pendfield.
El parámetro secuencial de la memoria conceptúa la memoria en fases sucesivas: “fase de recepción y registro de la información (memoria sensorial), fase de codificación de la misma para reforzar la adquisición, fase de modificación, fase de recuperación de la información, y fase de evocación”, en este punto es importante recalcar que la recuperación de la información es uno de los aspectos más importantes de la conciencia, pero “poco se conoce sobre los mecanismos neurobiológicos de la evocación, aunque parece que en ella intervienen también estructuras del sistema límbico, sobre todo las diencefálicas como los cuerpos mamilares”. Acá es importante retomar el concepto de memoria sensorial ya que esta “permite mantener la información durante milisegundos y se distinguen de ella según la modalidad sensorial de que se trate (visual, auditiva, etc.)”, este tipo de memorias involucra recetores periféricos y tiene gran influencia en los procesos atencionales.
PROCESAMIENTO DE LA MEMORIA
El proceso de la memoria se divide en 3 procesos que son secuenciales: registro-codificación, almacenamiento-mantenimiento y recuperación; el registro es definido como “hecho en que un estímulo debe tener cierto impacto sobre un sistema nervioso para que en dicho sistema se forme una representación del mismo”.
La codificación se forma como la información está representada en nuestro sistema nervioso y la codificación “toma formas diferentes que dependen de las características de estímulo que le sirven como base”, después de darse el registro y la codificación la representación se almacena si ha sido emocionalmente para el sistema y debe permanecer guardada en alguna parte y es acá donde se da el almacenamiento y mantenimiento para entrar en el último proceso llamado recuperación, esto se da cuando se puede evocar por algún evento relacionado en el momento de guardar la información o simplemente evocarse rápidamente al ser algo muy importante emocionalmente para la persona.
APRENDIZAJE LIGADO A LA MEMORIA
Como hemos visto el aprendizaje y la memoria están íntimamente relacionados, “porque el hombre, en el constante proceso de identificar, detectar y procesar información, se enfrenta a estímulos una y otra vez, y la base de su adaptación al medioambiente es su capacidad de aprovechar experiencias pasadas y de incorporar nuevas (Estevez González, García Sanchez y Barraquer, 1997), de esta manera se encuentran procesos de aprendizaje ligados a la memoria como son el Priming, las habilidades y los hábitos.
El Priming es un “proceso que facilita la identificación y la detección de información, es el reconocimiento sin ningún esfuerzo particular y es una forma de memoria implícita”, de la misma manera actúa en el aprendizaje de habilidades y hábitos en el que su aprendizaje es lento, progresivo y de manera gradual, estos procedimientos en su mayoría se almacenan como memoria a corto plazo. También se pueden ver clasificaciones en la literatura que no nos dan mayores claridades como “visual, auditiva, táctil, verbal, no verbal, lógica, emocional, etc. Esta clasificación se hace prácticamente infinita y por tanto es de poca utilidad desde el punto de vista metodológico. Otros autores plantean la diferencia entre hábito y memoria, planteando que los hábitos nos dicen el saber cómo y las memorias el saber qué, pero es claro que cualquier conducta debe tener su base en circuitos encargados de la memoria sea de manera consciente o no consciente, lo que nos queda claro al referirnos a la memoria y el aprendizaje es que “la información derivada del aprendizaje formal e informal y de la experiencia social común constituye su contenido” (el de la memoria).
FUTURO POSIBLE
La neuropsicología, una ciencia que a pesar de ser nueva en la historia científica cuenta con miradas epistemológicas que otras ciencias no tienen, como son las posturas de muchas disciplinas en un mismo contexto dando como resultado una reducción de la complejidad del fenómeno entendiéndolo y explicándolo desde diferentes paradigmas científicos que son coherentes en su interior, por lo tanto en la neuropsicología nos encontraremos con neurólogos, psicólogos, médicos, biólogos, entre otros, que continuamente enriquecen el campo neuropsicológico.
PARA LA PREGUNTA: ¿HACIA DÓNDE APUNTARÍAN LAS INVESTIGACIONES EN EL CAMPO DE LA MEMORIA?
En primer lugar nos encontraremos con investigaciones que apunten a la recuperación de recuerdos así como la posibilidad de borrar recuerdos de nuestra memoria, lo que tocaría pensar acá es la posibilidad real de hacerlo ya que el cerebro, aunque en muchos aspectos se asemeje a un computador, no es como el disco duro de este, en donde la información está organizada por carpetas y archivos, si se inventa algún fármaco o intervención para borrar recuerdos el primer error sería el borrar lo que no queríamos borrar, es decir, por querer cambiarle la conducta a una mujer que ha sido abusada probablemente borremos recuerdos que son importantes en su vida, además sin saber las consecuencias que podría tener esto después. Las investigaciones más importantes serán sin ninguna duda las que logren integrar disciplinas en pro de la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud de todas las personas siempre desde una mirada bioética. Para culminar, es importante aceptar que las futuras investigaciones en el campo de la memoria pueden sorprendernos y lograr avances que no esperamos, es decir, disciplinas diferentes a las encargadas de estudiar el comportamiento humano pueden dar aportes para la comprensión de la memoria.
La memoria continua constituye un campo apasionante de investigación tanto en seres humanos como en animales, por lo tanto será tema de múltiples investigaciones actuales y futuras. Nuestro reto será comprender lo que las diferentes ciencias aporten a este conocimiento y llevarlo a una integración desde la neuropsicología como ciencia interdisciplinaria.
(Daniel Rincón Cuartas. Psicólogo, Universidad de Manizales, Colombia)