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jueves, 22 de marzo de 2012

FOBIA SOCIAL: EL MIEDO A LAS RELACIONES INTERPERSONALES

La fobia social es el miedo a afrontar situaciones sociales y a la interacción con los demás. Este trastorno se caracteriza por el temor a ser juzgado y evaluado negativamente por otras personas, llevando a sentimientos de vergüenza, humillación y depresión. Si una persona se siente habitualmente ansiosa en situaciones sociales, pero se siente bien cuando está solo, entonces se puede estar padeciendo una fobia social. Este trastorno también es conocido como ansiedad social. Algunos de los síntomas físicos más habituales suelen ser: taquicardia, temblor de manos o cuerpo, malestar abdominal, enrojecimiento, tensión muscular, sequedad de boca y sudoración.

Estos síntomas suelen ir acompañados de un gran malestar emocional, dónde la baja autoestima y los sentimientos de desánimo suelen ser permanentes. Un problema principal de este trastorno es la evitación de situaciones sociales, que en mayor o menor medida, son fundamentales para el desarrollo de una vida plena. Las evitaciones, así como los síntomas, suelen comenzar en la infancia o adolescencia. Influyen negativamente en el desenvolvimiento  escolar, reducen la capacidad de interacción con los compañeros de escuela o instituto y coarta la vida sentimental de muchos jóvenes y adultos.

El ámbito laboral también es una fuente de problemas para el fóbico social, ya que suelen ser entornos muy jerarquizados con figuras de autoridad, que no hacen más que incomodar aún más al afectado. Cabe destacar la diferencia que existe entre fobia social y timidez. Solo en la primera se produce un gran malestar psicofísico y se tiende a la evitación recurrente. La timidez, en cambio, es un rasgo de personalidad y puede ser vivida sin ningún tipo de trastorno porque no suele limitar en mayor grado la vida cotidiana de la las personas.  Ambos comparten una carencia en lo que se refiere a habilidades sociales. Algunos de los signos de alerta a tener en cuenta para diagnosticar una fobia social son:
  • Temor a conocer gente nueva o gran ansiedad al ser presentados por primera vez.
  • Ansiedad excesiva en situaciones sociales cotidianas (con gente conocida).
  • Miedo a comer, beber o escribir en público.
  • Utiliza o compartir lugares públicos: lavabos, comedores, salas de estudio, etc.

NIMH (INSTITUTO NACIONAL DE LA SALUD MENTAL)

La fobia social es una enfermedad real. Se puede tratar con terapia y medicamentos. Si tiene fobia social, le preocupa mucho la posibilidad de avergonzarse en frente de los demás. Su temor puede ser tan fuerte que le impide hacer sus tareas cotidianas. Puede ser que tenga dificultad para hablar con los demás en el trabajo o en la escuela. Su temor puede ocasionalmente hasta impedirle ir al trabajo o escuela.

Puede ser que le preocupe sonrojarse o temblar en presencia de los demás. Puede ser que esté convencido de que las demás personas lo están observando simplemente en espera de que usted cometa un error. Aún hablar por teléfono, firmar un cheque en la tienda o ir a un baño público le causan temor.

Muchas personas se sienten un poco nerviosas antes de conocer a alguien o antes de dar un discurso. Pero las que padecen de fobia social se preocupan semanas antes del evento. Pueden llegar a hacer cualquier cosa por evitar o cancelar el evento.
La fobia social usualmente comienza en la niñez o adolescencia. Es muy raro que comience después de los 25 años. Cualquier persona puede padecer de fobia social, pero es más común en las mujeres que en los hombres*. A veces puede ser hereditario. Sin tratamiento, la fobia social puede durar por muchos años o aún toda la vida.

"En la escuela siempre tenía miedo de participar en clase, aunque supiera la materia. Cuando comencé a trabajar, detestaba tener que reunirme con mi jefe. No podía ni siquiera sentarme a comer con mis compañeros de trabajo. Me sentía nervioso al pensar que me estaban mirando o juzgando y que iba a hacer algo estúpido. Mi corazón latía fuertemente y empezaba a sudar nada más de pensar que tendría que asistir a una junta. Estos síntomas empeoraban mientras más se acercaba el evento. A veces no podía dormir ni comer por varios días antes de una junta de personal".

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE FOBIA SOCIAL
  • Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso. Nota: En los niños es necesario haber demostrado que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto.
  • La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación. Nota: En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o retraimiento en situaciones sociales donde los asistentes no pertenecen al marco familiar.
  • El individuo reconoce que este temor es excesivo o irracional. Nota: En los niños puede faltar este reconocimiento.
  • Las situaciones sociales o actuaciones en público temidas se evitan o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos.
  • Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en la(s) situación(es) social(es) o actuación(es) en público temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.
  • En los individuos menores de 18 años la duración del cuadro sintomático debe prolongarse como mínimo 6 meses.
  • El miedo o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno metal (p. ej., trastorno de angustia con o sin agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, trastorno dismórfico corporal, un trastorno generalizado del desarrollo o trastorno esquizoide de la personalidad).
  • Si hay una enfermedad médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el Criterio A no se relaciona con estos procesos (p. ej., el miedo no es debido a la tartamudez, a los temblores de la enfermedad de Parkinson o a la exhibición de conductas alimentarias anormales en la anorexia nerviosa o en la bulimia nerviosa).

Generalizada: si los temores hacen referencia a la mayoría de las situaciones sociales (considerar también el diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad por evitación)

CRITERIOS CIE-10 PARA EL DIAGNOSTICO DE FOBIA SOCIAL

Las fobias sociales suelen comenzar en la adolescencia y giran en torno al miedo a ser enjuiciado por otras personas en el seno de un grupo comparativamente pequeño (a diferencia de las multitudes) y suelen llevar a evitar situaciones sociales determinadas. Al contrario que la mayoría de las fobias, las fobias sociales se presentan con igual frecuencia en varones y en mujeres. Algunas de las fobias sociales son restringidas (por ejemplo, a comer en público, a hablar en público o a encuentros con el sexo contrario), otras son difusas y abarcan casi todas las situaciones sociales fuera del círculo familiar.

El temor a vomitar en público puede ser importante. El contacto visual directo puede ser particularmente molesto en determinadas culturas. Las fobias sociales suelen acompañarse de una baja estimación de sí mismo y de miedo a las críticas. Puede manifestarse como preocupación a ruborizarse, a tener temblor de manos, nauseas o necesidad imperiosa de micción y a veces la persona está convencida de que el problema primario es alguna de estas manifestaciones secundarias de su ansiedad. Los síntomas pueden desembocar en crisis de pánico. La conducta de evitación suele ser intensa y en los casos extremos puede llevar a un aislamiento social casi absoluto.

Pautas para el diagnóstico:
  • Los síntomas psicológicos, comportamentales o vegetativos, son manifestaciones primarias de la ansiedad y no secundarias a otros síntomas como por ejemplo ideas delirantes u obsesivas.
  • Esta ansiedad se limita o predomina en situaciones sociales concretas y determinadas.
  • La situación fóbica es evitada, cuando ello es posible.

Incluye:
  • Antropofobia.
  • Neurosis social.

Nota: La información facilitada en este portal es sólo de carácter orientativo. Recuerde que únicamente el profesional de la salud está capacitado para efectuar un diagnóstico.