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viernes, 16 de marzo de 2012

LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Afecta a una de diez mujeres.
La llegada de un hijo debe traer felicidad a su madre, pero no siempre ocurre así. Acaba de nacer tu bebé y estás eufórica de alegría. La felicidad te embarga y te sientes la mujer más afortunada del mundo. Pero, al cabo de unos días de abandonar el hospital, estás sola en casa y de repente te pones a llorar desconsoladamente sin una razón aparente. “Este súbito cambio de humor es bastante común y lo suelen experimentar todas las mamás.  
Pero una cosa es tener el ánimo bajo, que viene a durar entre 2 y 5 días después del parto, y que es de lo más normal. Pero si  los síntomas superan los 10 días, entonces sí podemos hablar de una depresión postparto (DPP)”, confirma Joaquín Conesa, doctor en psicología clínica del Hospital San Carlos, de Murcia. La depresión postparto afecta al 8-26% de las madres primerizas (Stanton y Gallant, 1995).
A pesar de esta alta incidencia, aún no se conocen las causas de la depresión postparto, a pesar de que la mayoría de los expertos creen que la depresión postparto «es un problema grave de la salud mental de las mujeres» y que «sus consecuencias influyen de manera considerable en el bienestar familiar y el desarrollo del niño/a» (O’Hara y Swain, 1996, p.37). Por ello, los investigadores han estudiado muchos aspectos de este problema, incluidos los bioquímicos, sociales y económicos; sin embargo, la relación entre la experiencia del nacimiento y la depresión postparto ha sido muy poco estudiada.
La depresión postnatal suele afectar a una de cada diez mujeres, de cualquier edad, nivel socioeconómico, e independientemente del número de hijos que tenga. Las mujeres con esta depresión en el embarazo pueden experimentar intenso dolor, no se valoran, sienten ganas de llorar mucho, falta de energía, dificultad para dormir, falta de concentración, problemas de apetito y pensamientos suicidas. Todas estas emociones y los cambios de estado de ánimo producen miedo en las madres que pueden dañar a su hijo y a sí mismas.
Sin embargo, si los síntomas de depresión persisten sólo durante unos pocos días, entonces no hay nada de qué preocuparse. Es normal esperar esta situación, que algunas madres pueden experimentar un dolor inexplicable después de sentirse feliz por haber tenido un hijo. Alrededor del 80% de las mujeres atraviesan estos episodios de ánimo cambiante. Las madres pueden sentirse irritables, tristes, agotadas, llorar y sentir mal humor.
Los cambios de humor de las mujeres a menudo se dice que son causados por cambios hormonales. De la misma manera que las mujeres son sensibles e irritables antes y durante la menstruación debido a los cambios en las hormonas, las mujeres que acaban de dar a luz sus bebés pueden sentirse deprimidas. La cantidad de estrógeno y progesterona que se produce durante el embarazo es enorme. Después de dar a luz, normalmente en 24 horas, el nivel de las dos hormonas femeninas disminuye drásticamente, volviendo a su nivel normal antes del embarazo. Este cambio rápido en la cantidad o el nivel de hormonas desencadena la depresión entre las mujeres.
Después de meses de embarazo, la indescriptible alegría de la madre y el padre que han esperado mucho tiempo para tocar las manos de su pequeño ángel es muy fuerte. Pero en el caso de las madres primerizas que pasan por la depresión post-parto, el parto a menudo puede dar lugar a más culpa y a tristeza que alegría. Si no se da una atención inmediata, podría causar daños tanto a la madre como a su hijo.
Llevar un diario ayudará a las madres frente a la depresión ya que les da una oportunidad para dejar salir todo lo negativo de sus pensamientos, emociones y ansiedades. Además de entenderse a sí mismas mejor, volver a leer su diario hará a las madres apreciar lo bien que se sienten cada día que pasa. Asistencia de amigos y familiares en el cuidado del recién nacido hará fácil la carga de las madres. También ayuda tener a alguien que escuche sus frustraciones y miedos de las nuevas responsabilidades.
ALGUNOS SÍNTOMAS DE LA DPP
·    Sentirse triste o llorar por cualquier cosa.
·    Irritabilidad.
·    Agotamiento, falta de energía.
·    No poder dormir bien, insomnio.
·    Dolores de cabeza, de pecho, palpitaciones.
·    Pérdida de apetito y de libido.
·    Problemas de concentración y de memoria.
·    No tener interés por el bebé.
·    Sentirse incapaz y culpable.
Una madre puede sentirse ansiosa tras el parto lo cual no significa que tenga que padecer una depresión postparto. La DPP solo lo puede diagnosticar un médico o un psicólogo. A veces, se trata de señales de algo mucho más leve, como la típica ansiedad postparto.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA EVITAR LA DPP?
·    Evita tomar café, té, alcohol, bebidas de cola y alcohol.
·    Bebe infusiones relajantes tipo tila, manzanilla.
·    Descansa todo lo que puedas, y haz el horario de tu bebé con pequeñas siestas cada vez que él  duerma.
·    Vístete, mete al bebé en el cochecito y sal a la calle, pasea, distráete, relájate y disfruta.
·    Habla con tu pareja, tus amigos y tu familia de cómo te sientes. No te aísle y busca el apoyo de tus seres queridos.
·    Practica algo de ejercicio aunque sea en el salón de tu casa.
·    No seas ‘doña perfecta’ y menos en estos momentos.
·    Procura hacer actividades con otras mamás: ir al parque juntas, reunirse para charlar, ir de compras.
·    Métete en la bañera y date un baño caliente con aceites relajantes.
·    Alquila una película divertida. La risa libera toda la energía negativa y la tensión acumulada.
·    Aunque sólo sean dos horas, deja al bebé con tu madre, tu suegra o con una canguro y sal con tu pareja a tomar algo. Además de madre eres una mujer. No lo olvides.
SUPERAR LA DPP
Si pasados 10 días tras el alumbramiento de tu hijo sigues con el ánimo bajo, te encuentras cansada e irritable intenta buscar ayuda profesional pues la DPP se puede volver crónica. Acude a tu Centro de Salud o a un psicólogo clínico que te recomendará algún tipo de psicoterapia: o bien una terapia cognitiva o bien una terapia con técnicas de sofronización, que resulta algo más rápida ya que con 8-10 sesiones habrás superado este trance. Las dos dan muy buenos resultados y son compatibles. La técnica de sofronización consiste en inducir, mediante el uso de la palabra, a una relajación del cuerpo, hasta que llegue a un estado de conciencia similar al que se da en los momentos previos al dormir o posteriores al despertar. Es una especie de estado hipnótico que facilita una relajación mucho más profunda para conseguir superar la DPP.
¿MALTRATAN LAS MUJERES CON DEPRESIÓN POSTPARTO A SUS BEBÉS?
No, ellas no lo hacen. Se pueden sentir como si lo fueran a hacer y se preocupan mucho por la posibilidad de hacer daño a sus hijos, aunque realmente nunca lo hacen. Para ser honestos, muchas mujeres sin depresión postparto han podido llegar a pensar en alguna ocasión " Creo que si sigue llorando lo voy a coger y lo voy a lanzar por la ventana". Las mujeres que "golpean" a sus bebés con frecuencia presentan graves trastornos emocionales que tienen su origen en su infancia.
Raramente, sin embargo, un bebé es herido o incluso asesinado, constituyendo un infanticidio, por una madre que presenta un trastorno mental grave en esos momentos. Esta es una consecuencia trágica de la llamada "psicosis puerperal", una enfermedad mental muy grave, aunque tratable, que puede aparecer a los pocos días del parto. La madre puede delirar y llegar a pensar que su hijo es el diablo y por eso tiene que acabar con él, o puede tener ideas suicidas y decidir acabar no sólo con su vida sino también con la del recién nacido. La psicosis puerperal ocurre únicamente en uno de cada 500 partos y el infanticidio es afortunadamente muy raro.
¿PUEDE PREVENIRSE LA DEPRESIÓN POSTPARTO?
Si. Existen tres formas de prevención: detectar precozmente el trastorno, tratarlo rápidamente y evitar sus consecuencias. A continuación les damos algunas recomendaciones que debe tomar en cuenta toda mujer embarazada:
·    No intente ser una supermujer. El tener un hijo es un trabajo que puede exigir dedicación exclusiva, de forma que durante su embarazo intente reducir sus compromisos (si trabaja, asegúrese que se alimenta de forma suficiente y con regularidad y ponga los pies en alto durante la hora de la comida).
·    No se mude de casa mientras esté embarazada o hasta que su hijo no tenga seis meses.
·    Haga amistad con otras parejas que estén esperando un hijo o que lo hayan tenido recientemente. Entre otras cosas, esto le posibilitará el disponer de alguien que pueda cuidar a su hijo cuando lo precise.
·    Identifique a alguien en quien pueda confiar, es necesario disponer de algún amigo a quien acudir en caso de necesidad.
·    Vaya a las clases preparto y lleve a su pareja consigo.
Si ha sufrido previamente una depresión, esto no significa que usted vaya a tenerla de nuevo en el siguiente parto. Sin embargo, tras el parto es necesario que se ponga en contacto con su médico de cabecera para que éste vigile la posible aparición de cualquier signo de recurrencia de la depresión postparto y así comenzar lo antes posible con el tratamiento.
Una vez que el bebé haya nacido: Aproveche cualquier oportunidad para descansar. Aprenda a echar cabezadas o pequeñas siestas. Su pareja podrá encargarse de alimentar al bebé por la noche, utilizando si usted lo desea incluso su propia leche extraída con anterioridad.
  1. Aliméntese adecuadamente. Las ensaladas, los vegetales frescos, la fruta, los zumos, la leche y los cereales son alimentos muy adecuados para este momento y que además no necesitan de mucha cocina.
  2. Encuentre tiempo para disfrutar con su pareja. Intente conseguir una niñera y salgan juntos a cenar, al cine, a ver unos amigos o tomar una copa.
  3. Intente intimar con su pareja, incluso aunque todavía no le apetezca tener relaciones sexuales completas, un beso, un abrazo, una caricia, o un mimo pueden ser bastante reconfortables hasta que regrese el deseo sexual al completo.
  4. No sea muy crítica consigo misma ni con su pareja. La vida se hace bastante dura en estos momentos y el cansancio y la irritabilidad de ambos puede conducir a discusiones frecuentes que no harán más que debilitar su relación en unos momentos en que esta debería ser más fuerte.
  5. No tema pedir ayuda cuando la necesite. Aunque su médico es quien debe realizar el diagnóstico de su depresión postparto, lo que usted haya aprendido en las clases preparto y en folletos como este puede orientarle sobre cuando pedir ayuda.
  6. Finalmente, a pesar de que la depresión postparto ya esté instaurada cuando se le diagnostique, no se desespere, el apoyo, el consejo y la medicación marcarán la diferencia y acelerarán su recuperación. Nunca es tarde.
Para las madres lactantes, los antidepresivos no son aconsejables, ya que cualquier medicamento que se tome pasará a la leche materna. Como pensamiento final, es mejor consultar al médico si una madre sospecha que ella está sufriendo de depresión postparto.