Según la Federación Mundial de Musicoterapia (1996): “La musicoterapia es el uso de la música y/ o de los elementos musicales (sonidos, ritmo, melodía, armonía) por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo de pacientes, para facilitar o promover la comunicación, la interrelación, el aprendizaje, la movilización, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes con el objeto de atender necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
La musicoterapia apunta a desarrollar potenciales, restablecer funciones del individuo para que este pueda emprender una mejor integración intrapersonal e interpersonal, y en consecuencia alcanzar una mejor calidad de vida, a través de la prevención, la rehabilitación o el tratamiento”.
La Musicoterapia favorece la capacidad de expresión sonoro-musical y verbal de sensaciones, emociones, conflictos y deseos. La Musicoterapia ayuda a desarrollar la escucha interna y externa, y en su quehacer se integran las áreas cognitiva, afectiva y motora del ser humano.
ANTECEDENTES
Las funciones formativas y terapéuticas de la música han sido reconocidas y ejercidas desde la antigüedad, variando su aplicación según la cosmovisión, las creencias religiosas y los conceptos de salud y enfermedad de cada época y contexto cultural. Tanto en los rituales chamánicos de las culturas ancestrales, como en las acciones terapéuticas de la antigua Grecia, la música y los instrumentos musicales formaban parte del repertorio curativo.
Después de una larga historia, solamente en el Siglo XX, la Musicoterapia empieza a formalizarse como una disciplina y una profesión. Alrededor de los años 50 se crearon los primeros programas universitarios para la formación de musicoterapeutas en los EEUU y en Europa y las primeras organizaciones profesionales. La experiencia adquirida en la práctica como en la educación y el entrenamiento de musicoterapeutas, favoreció su expansión y el desarrollo de un cuerpo de conocimientos que guía su ejercicio profesional. Este ha sido reconocido y acreditado en numerosos países por agencias gubernamentales y organizaciones profesionales, y cuenta con el respaldo de la Federación
Mundial de Musicoterapia. Desde 1974 se realizan cada 3 años, Congresos Mundiales de Musicoterapia, en los cuales se da énfasis a la investigación y al intercambio de conocimientos.
América Latina realizó las Primeras Jornadas de Musicoterapia en Buenos Aires en 1968. A partir de esa fecha se han formado Carreras, Post-títulos y Asociaciones profesionales en diversos países, entre ellos, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Chile.
En Santiago de Chile, la Facultad Artes de la U. De Chile, realizó en 1977, con el patrocinio de la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina Norte, el Primer Seminario Chileno de Musicoterapia a nivel de postgrado, contando con la presencia del Dr. Rolando Benenzon, quien es uno de los pioneros más importantes de la musicoterapia en América Latina. Desde entonces se han realizado eventos y cursos experienciales y teóricos que han puesto en evidencia el creciente interés de profesionales y graduados en música, educación y ciencias de la salud por una especialización sistemática y una formación continua en esta área.
Respondiendo a esta demanda, en 1999 la Universidad de Chile creó en la Facultad de Artes, el Post-título de Musicoterapia, con un cuerpo docente internacional y nacional especializado.
Desde 1992 la Escuela de Terapia Corporal de Santiago, integra a su malla curricular la musicoterapia, la cual es impartida como un ramo dentro de la carrera, y también en cursos de capacitación profesional y talleres abiertos. En Noviembre del año 2000 y Abril de 2003, en el Instituto Goethe de Santiago se realizaron el Primer y Segundo Simposio Chileno de Musicoterapia, contando con la participación de musicoterapeutas internacionales y nacionales.
Recientemente, las musicoterapeutas Susanne Bauer, Patricia Ubilla y Patricia Lallana, coordinadora y docentes del Postítulo de Musicoterapia de la U. de Chile, han fundado el Primer Instituto Chileno de Musicoterapia, el cual cuenta con diversas actividades clínicas, de investigación, de formación y de difusión.
FUNDAMENTOS DE LA MUSICOTERAPIA
La Musicoterapia comprende el uso de la música, el sonido, la voz , los instrumentos musicales y el cuerpo, con fines de desarrollo personal y terapéuticos, que abarcan la rehabilitación , la prevención y el mejoramiento de la salud física, mental y emocional. Implica una serie de actividades musicales, corporales y sonoras creativas, interpretativas y receptivas destinadas a evaluar problemas y cumplir los objetivos terapéuticos propuestos, entre otros, los del área afectivo-emocional, la rehabilitación sensorial y motora, la integración social y la superación de conflictos vitales.
Se aplica en niños y adultos en una gran variedad de trastornos emocionales, sensoriales, mentales, en la discapacidad física y diversas enfermedades, incluyendo las psiquiátricas. También se extiende a casos muy específicos, como la reducción del estrés y del dolor, las enfermedades terminales, Alzheimer, adicciones, internos de centros penitenciarios, etc. Otras áreas de aplicación son con embarazadas, recién nacidos y 3ra.edad.
En cada uno de los campos mencionados, ya sea de la medicina, de la psicología o la educación, se aplican las técnicas de diagnóstico musicoterapéutico y se diseñan las estrategias en concordancia con los objetivos de los equipos interdisciplinarios de salud y educación en los que habitualmente actúa el profesional.
Los distintos elementos que componen la música, su estructura, contenido emocional, poder de comunicación no-verbal, y sus estrechas vinculaciones con el lenguaje pre-verbal del ser humano, hacen de ella un medio extremadamente útil para la integración de las áreas cognitivas, afectivas y motoras del ser humano.
Las investigaciones en el campo de la Musicoterapia, de la Psicología de la Música y de las relaciones entre la Música y la Medicina, demuestran la relación existente entre esta expresión artística y el sistema nervioso, la neurofisiología y las emociones, dando sentido a la integración de la música en procesos terapéuticos complejos.
Efectos Fisiológicos del Sonido
Al final del siglo XIX comenzaron las primeras experiencias verdaderamente científicas en un espíritu objetivo y materialista, midiendo cuantitativamente los efectos fisiológicos de las ondas sonoras. Algunas de las conclusiones de estas investigaciones son:
• El ritmo musical tiene influencia sobre el funcionamiento cardíaco, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial y la función endocrina.
• El sonido provoca cambios en los trazados eléctricos del organismo.
• Provoca cambios en el metabolismo y en la biosíntesis de variados procesos enzimáticos.
• Estimula el Tálamo y la corteza, lo que permite el contacto a través de la música con pacientes que carecen de contacto verbal a causa de un episodio confusional, autista, alucinatorio o depresivo.
• Determinados sonidos hacen vibrar por resonancia la Hipófisis, encargada de controlar la síntesis de numerosas hormonas y relacionada con la orientación temporo-espacial; y la Glándula Pineal, que coordina el ritmo respiratorio, cardíaco, el funcionamiento de las glándulas sexuales, y regula las actividades de la pituitaria a través de la secreción de melatonina.
• Se le atribuye al sonido un efecto excitante, calmante y armonizante sobre todo el organismo.
Se trabaja en 3 niveles:
· El sonoro-musical: A través de la emisión de sonidos vocales, de improvisaciones instrumentales, y la audición de sonidos o músicas envasadas.
· El corporal: Ritmos y movimientos del cuerpo, gestos y posturas.
· El verbal: Palabras y reflexiones que surgen a partir de la experiencia no-verbal.
Entre otras cosas, la musicoterapia ayuda a desarrollar:
• El lenguaje y la comunicación: Ya que mejora la inteligibilidad del habla incorporándole elementos del ritmo, la melodía la acentuación y la entonación. A la vez desarrolla la expresividad vocal, enriquece las posibilidades de expresión gestual y corporal, y ayuda a expresar conflictos a través del lenguaje no-verbal.
• La Motricidad: Ya que contribuye a la organización del esquema corporal y a la relación temporo-espacial; así como a la coordinación psicomotora
• La Creatividad, el bienestar personal y social: ya que favorece el desarrollo de la sensibilidad afectiva, desarrolla sentimientos de autoestima, independencia y autonomía; y estimula la expresión y la imaginación, favoreciendo el vínculo con los pares.
Los Métodos más reconocidos en Musicoterapia son:
· La musicoterapia Creativa, de los norteamericanos Paul Nordoff y Clive Robbins.
· La musicoterapia de orientación Psicoanalítica, de la inglesa Mary Priestley.
· El “Modelo Benenzon ” de musicoterapia, del argentino Rolando Benenzon
· La musicoterapia GIM (guided imaginary and music), de la norteamericana Helen Ronny.
En nuestro país se ha podido observar un importante aumento de instituciones para personas con problemas físicos y mentales, como niños sordos, no videntes, autistas, síndrome de Down, problemas de adicciones, sida, depresión, centros geriátricos , instituciones psiquiátricas, centros penitenciarios, etc. ; siendo todas ellas campo de trabajo para la musicoterapia.
Bibliografía recomendada:
1. “Definiendo la Musicoterapia” de Kenneth Bruscia.
2. “Musicoterapia y Salud Mental” de Rubén Gallardo.
3. “Compendio de Musicoterapia I y II” de Serafina Poch.
(Fuente: terapiacorporal.cl)